Presbítero Benigno Mena González

Por: Mg. Martín Felipe Uribe Isaza (rector) y Esp. Dora Inés Espinal Díaz (historiadora)

Adultos mayores de nuestra comunidad recuerdan al Padre Benigno como un hombre amable y recio, preocupado por la comunidad rural, gran apóstol del evangelio desde buenas prácticas, entre las que recuerdan su celo por la catequesis y la celebración eucarística, el cuidado de la familia, la promoción de valores y la necesidad de que niñas y niños asistan a la escuela, era un incansable apóstol que no perdía oportunidad para hacerse presente y dar una mano de apoyo a quienes lo necesitaran.

Este hombre, de quien la institución toma su nombre nació en San Jerónimo, Antioquia, el 27 de noviembre de 1846, fue bautizado al otro día de nacido por el padre Pedro Gomez, quien era el párroco de la “iglesia parroquial de San Jerónimo” y quien escribe en el libro 4 original de bautismo del año 1846 al año 1858, página 3: “hijo legítimo de Militon Mena i Teresa Gonsales, vecinos de esta parroquia. Abuelos paternos: Maria Mena; maternos: Manuel Gonzales i Jocefa Roldan.Fueron sus padrinos: Gregorio Veles i Candelaria Galiano, a quienes advertí el parentesco i obligaciones que contrajeron”.

El hogar de Militon y Teresa también fue bendecido con la presencia de otros hijos: Daniel (1849), Fidelomio (1853), Maximiana (1856), María Jesús (1858) y María de los Dolores (1869).

En El Monitor, periódico oficial de la diócesis (Antioquia, 1 de agosto de 1886) aparece una breve reseña de Benigno, escrita por Isaac Herrera (secretario del Obispado) que dice:

“Nacido en la parroquia de Sau Jerónimo de esta Diócesis, donde paso los años de su niñez y los primeros de su juventud; creciendo bajo la mirada de sus padres recibió allí las nociones con que el alma entra á tomar conocimiento de la inmensidad de su grandeza para dedicarse con firme voluntad á la misión para que ha sido llamada.

El Sr. Pbro. Mena estudió más tarde en los Seminarios de Antioquia y Medellín ciencias eclesiásticas y corono su carrera el 1° de Enero de 1871 recibiendo del Señor Jiménez el sacro Presbiterado en la ciudad de Medellín y en el monasterio del Carmen.

Sirvió posteriormente varias parroquias de esta Diócesis, y siendo Cura interino de Córdoba falleció en Sopetrán el día 22 del pasado.”

Libia Parra V. escribe un artículo titulado “Sacerdotes Hijos de San Jerónimo” publicado en Ideales Normalistas, Revista de la normal de señoritas, anuario N° 3 (San Jerónimo, 1964) bajo la dirección del “Centro Literario Epifanio Mejía”, que el padre Benigno fue el primer sacerdote ilustre de este municipio y:

…quien fuera muy perseguido durante el gobierno de Tomás Renjifo, pero que, sin embargo, y por gracia de Dios abrió las puertas de la fe y de la caridad cristiana a todos sus paisanos y procuró porque en este su pueblo reinara la paz social y espiritual. Sus bendiciones salvadores se extendieron por los contornos de Abriaquí, Cañasgordas, Ebéjico, Liborina, Sabanalarga, Córdoba, Sacaojal y Anzá, lugares estos donde ejerció su sagrado ministerio, siendo siempre recordaddo y solicitado por todos los parroquianos que le conocían. Se cuenta de este sacerdote su desvelado interés por todas las obras de progreso y que todas sus campañas las adelantaba en medio de sanas alegrías. Siendo, además, muy amante del canto y la música”(mayo, 1962, p.74) La partida de defunción del Padre Benigno (registrada en el libro 10, folio 20 y número 2),  da cuenta de su fallecimiento, a los 39 años, por muerte natural, en Córdoba – Sopetrán el 22 de julio de 1886, mismo día que fue sepultado después de recibir los sacramentos de “penitencia, comunión y extremaunción”, firmada por el Pbro. Alejandro J. Osorio; desmintiendo con ello la teoría de que hubiera muerto por causas violentas.